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El actor Robert De Niro ha sido condenado a pagar 1,2 millones de dólares a su exasistente, Graham Chase Robinson, por discriminación de género y represalias. Durante el juicio, que tuvo lugar en Nueva York, se presentaron acusaciones mutuas entre ambas partes, incluyendo irregularidades financieras y acoso de género. De Niro admitió haber regañado a Robinson en algunas ocasiones, pero negó haber tenido una actitud de abusos. Robinson, por su parte, afirmó sufrir angustia emocional severa debido al trato recibido por parte del actor.
El jurado consideró a Canal Productions, la empresa de De Niro, responsable por discriminación de género y represalias. Como resultado, De Niro deberá indemnizar a Robinson con dos pagos de 632.142 dólares. Aunque Robinson exigía 12 millones de dólares en indemnización, se mostró contenta con el veredicto. Por otro lado, De Niro no fue acusado personalmente, sino que su empresa fue la responsable. Este caso ha generado gran atención mediática debido a la reputación y trayectoria del actor, así como a las acusaciones presentadas por ambas partes.
Las acusaciones mutuas entre De Niro y Robinson incluyeron irregularidades financieras, como el supuesto uso indebido de puntos aéreos de vuelos y el tiempo dedicado a ver series en horario laboral. Además, Robinson afirmó sufrir discriminación de género, alegando que De Niro le asignaba tareas estereotípicamente femeninas y mantenía contacto físico no deseado con ella. Por su parte, De Niro defendió que ascendió a Robinson y le triplicó el sueldo sin muchas más responsabilidades. El juicio ha generado un debate sobre el trato a las mujeres en el ámbito laboral y ha puesto en tela de juicio la reputación del reconocido actor.
El veredicto del juicio ha generado repercusiones tanto para De Niro como para Robinson. Mientras que el actor ha sido condenado a pagar una indemnización millonaria, Robinson ha visto cómo se reconocía su sufrimiento y se le absolvía de irregularidades financieras. Sin embargo, el juicio ha dejado huellas en ambas partes. De Niro ha tenido que enfrentarse a acusaciones públicas y a una posible mancha en su reputación, mientras que Robinson ha experimentado angustia emocional severa y ha visto afectada su carrera profesional. Este caso pone de relieve la importancia de abordar adecuadamente las acusaciones de discriminación de género y represalias en el ámbito laboral y la necesidad de garantizar un entorno de trabajo seguro y respetuoso para todos los empleados.