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El fotógrafo italiano, Brenna, ha atacado a la serie de Netflix, The Crown, por su descripción de cómo capturó las fotos de la princesa Diana y Dodi Fayed. Brenna afirma que la versión de los hechos de la serie es absurda y completamente inventada. Según él, se encontró con Diana y Dodi por gran golpe de suerte en Cerdeña, donde pasaba sus veranos, y trabajó sin descanso para tomar la foto histórica. Brenna vendió las fotos por 1,7 millones de libras esterlinas, resolviendo sus problemas personales y familiares.
Las fotos tomadas por Brenna cambiaron sustancialmente las vidas de Diana y Dodi. Después de que una de las fotos apareciera en la portada de un periódico, más de 2.000 fotógrafos inundaron Cerdeña en busca de instantáneas similares. El frenesí mediático en torno a Diana y Dodi contribuyó al fatal accidente de coche que acabó con la vida de ambos. Brenna se arrepiente de su papel involuntario en su destino, pero defiende su derecho a haber tomado las fotos como miembro de la prensa libre. Afirma que si no hubiera sido él, alguien más habría captado esas imágenes.
Brenna también está en desacuerdo con la representación que hace The Crown de su personaje. En el episodio, se muestra a Brenna diciendo que los paparazzi deben actuar como cazadores.. asesinos. Brenna no se identifica con ese término y afirma que nadie involucrado en la serie se puso en contacto con él para hablar de sus experiencias, a pesar de tener un papel fundamental en esta temporada. Aunque no tiene mala voluntad hacia la serie o Netflix, Brenna lamenta que sus fotos pudieran haber contribuido a alimentar la caza de Diana y Dodi.
Brenna defiende su derecho a haber tomado las fotos y su papel como miembro de la prensa libre. Aunque se arrepiente de su papel involuntario en el destino de Diana y Dodi, afirma que las fotos resolvieron sus problemas personales y familiares. Sin embargo, reconoce que las fotos cambiaron sustancialmente la vida de Diana y Dodi y contribuyeron al frenesí mediático que llevó a su trágico accidente. Brenna se comprometió a no hablar ni revelar nada sobre el incidente hasta que los hijos de Diana y Harry alcanzaran la edad adulta.